A los 13 años, Kevin veraneaba en Mar del Plata con su familia cuando un auto lo atropelló.
El pequeño quedó en coma durante 26 días en una clínica marplatense. Luego fue trasladado a Fleni, donde 90 días más tarde recuperó la conciencia, fue operado y comenzó su rehabilitación.
La secuela más importante que le dejó el impacto fue una cuadriplejia parcial: una parálisis causada por un daño en la médula espinal.
Su capacidad intelectual quedó intacta, pero tuvo que volver a aprender algunas funciones motrices como comer o beber. Hoy, logra comunicarse a través de distintos dispositivos.