“Fleni le salvó la vida”, asegura ella sin vueltas, que siente que en la fundación encontró todo lo que necesitaba para la rehabilitación de su hijo.  “Los consejos de los terapeutas son fenomenales. Aprendimos en qué cosas exigirle más y en qué cosas esperar. Además, nos enseñaron qué podíamos hacer en familia”, explica.

Actualmente, Franco ha mejorado notablemente el modo en que se comunica y mostró muchos avances en su alimentación. “Cuando veo alguna persona con algo similar a lo que tiene Franco, lo primero que le pregunto es: ‘¿Fuiste a Fleni?’”, sonríe.