Clínica de los Trastornos Psiquiátricos Refractarios
El Servicio de Psiquiatría de Fleni cuenta con una Clínica de los Trastornos Psiquiátricos Refractarios con el fin de ofrecer tratamientos eficaces y modernos a los pacientes con problemas mentales y de la conducta especialmente severos y/o refractarios a los tratamientos habituales, en todas las edades de la vida.
El objetivo es ofrecer la mejor estrategia terapéutica para los pacientes que acumulan múltiples fracasos con tratamientos previos. Para esto, los especialistas de la clínica elaboran un plan personalizado que incluye la oferta de tratamientos de excelencia y de probada eficacia en este tipo de patologías refractarias como la terapia electroconvulsiva, la infusión de ketamina endovenosa y la esketamina spravato.
Su equipo multidisciplinario está integrado por psiquiatras, cardiólogos y anestesiólogos, entre otros profesionales. Estos diseñan estrategias terapéuticas para mejorar la salud y calidad de vida del paciente, pero también trabajan en estrecha colaboración con sus familiares para brindarles psicoeduación y contención.
¿Qué es el trastorno depresivo mayor en adultos (TDM)?
El Trastorno Depresivo Mayor Refractario al Tratamiento (TDM o TRD, por sus siglas en inglés) se define como una falla del tratamiento en producir respuesta o remisión luego de dos intentos terapéuticos con dos antidepresivos diferentes en dosis y duración adecuados (y alguna técnica de potenciación).
Entre otras cosas, genera más comorbilidades (hipertensión, diabetes, insuficiencia cardíaca), lleva a una mayor incidencia en el abuso de sustancias y aumenta en hasta siete veces la tasa de suicidio. Se trata de una problemática de alto impacto psicosocial, ya que disminuye la capacidad y productividad laboral.
Como centro de referencia en Argentina y Latinoamérica, el Servicio de Psiquiatría de Fleni, del que forma parte la Clínica de los Trastornos Psiquiátricos Refractarios, lleva a cabo investigaciones de primer nivel como miembro del CONICET, muchas de ellas destinadas a encontrar las mejores opciones terapéuticas para los pacientes con trastornos psiquiátricos refractarios.
Nuestros tratamientos
La Clínica de los Trastornos Psiquiátricos Refractarios ofrece un pool de tratamientos de excelencia para la patología psiquiátrica grave y refractaria, que brindan al paciente la posibilidad de mejorar su sintomatología más rápido que con los fármacos habituales.
Su fácil administración, la respuesta rápida que generan, sus pocos y transitorios efectos adversos y la evidencia científica que los respaldan hacen que sean una opción terapéutica eficaz y segura, en concordancia con los más altos estándares para el tratamiento de los trastornos psiquiátricos refractarios a nivel mundial. Estos tratamientos son:
- Terapia Electroconvulsiva
Consiste en la inducción controlada de convulsiones mediante estimulación eléctrica (regulable en intensidad) durante períodos cortos de tiempo. Ejerce su efecto modulando circuitos cerebrales disfuncionales en la depresión (neuromodulación). Su eficacia se estima considerablemente mayor a la de los fármacos antidepresivos monoaminérgicos. Suele ser indicada en casos de depresión mayor refractaria, psicosis refractaria a clozapina, impulsividad refractaria, manía, agitación en demencias, psicosis por Parkinson o para embarazadas con patología psiquiátrica grave, entre otros. Una reciente publicación de la prestigiosa revista estadounidense The New England Journal of Medicine avala su uso y destaca sus efectos beneficiosos en pacientes con trastornos psiquiátricos refractarios graves.
- Infusión de ketamina endovenosa
Se administra por vía endovenosa en la clínica y está especialmente indicada en casos de emergencia por ideación suicida, ya que su acción antidepresiva es rápida. Numerosos estudios han demostrado que la ketamina puede mejorar rápidamente los síntomas del TDM.
La esketamina (isómero de la ketamina) es el primer antidepresivo por vía intranasal. Se administra en la clínica ya que requiere un monitoreo del paciente posterior a la aplicación de unos 90 minutos. Su fácil administración, la respuesta rápida que genera y sus pocos y transitorios efectos adversos la vuelven una opción terapéutica eficaz y segura.
