La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 5 de mayo Día Mundial de la Higiene de Manos para llamar la atención sobre la importancia del lavado de manos en la prevención de las infecciones.  Como institución médica, Fleni adhiere a la campaña anual de la OMS “Salve vidas: límpiese las manos”, con el fin de mejorar la higiene de manos en la atención sanitaria y crear consciencia acerca de este hábito en la población.

La iniciativa “Salve vidas: límpiese las manos” de la OMS tiene como fin ayudar a los trabajadores de la salud a mejorar la higiene de las manos para reforzar la prevención de las infecciones asociadas al cuidado de la salud (IACS).  “La higiene de manos es una herramienta fundamental para la prevenir y disminuir la propagación de infecciones asociadas al cuidado de la salud, antes llamadas infecciones hospitalarias”, explicó el doctor Marcelo del Castillo, jefe de Infectología de Fleni.

Hoy en día se elige hablar de IACS y no de infecciones hospitalarias “porque este tipo de infecciones pueden afectar no sólo a pacientes internados en instituciones hospitalarias sino también a pacientes que asisten a centros de salud de forma ambulatoria como centros de diálisis, consultas externas o centros de rehabilitación”,  señaló Del Castillo.

Como una de las principales instituciones del país dedicada a la prevención y tratamiento de enfermedades neurológicas, Fleni asiste a pacientes agudos y crónicos con patologías neurológicas y también lleva adelante neurocirugías en sus quirófanos. Algunas de estas enfermedades pueden ser infecciosas, como la meningitis y la encefalitis, mientras que otras, como la esclerosis múltiple, son inflamatorias por alteraciones del sistema inmunológico, lo cual baja las defensas del paciente.

El compromiso de Fleni

Por todo ello, Fleni es consciente de la importancia de una buena higiene de manos e instruye permanentemente a su personal médico, así como a los pacientes que concurren a la institución y sus familiares, en esta simple medida que salva vidas.

“La higiene de manos corta la transmisión de los patógenos, es decir, de los microorganismos, de una persona a la otra. Es la herramienta más útil en términos de costo y efectividad para evitar que se transmitan las infecciones”, apuntó Del Castillo.

Con esta simple medida se pueden evitar infecciones respiratorias por virus y prevenir infecciones vinculadas con el aparato gastrointestinal como gastroenteritis y diarreas, por ejemplo. “Estas infecciones son causadas muchas veces por bacterias resistentes a los antibióticos, el gran problema del siglo XXI causado por un uso inadecuado de los antibióticos”, completó.

 

Creando una cultura de la higiene de manos

Sin embargo, Del Castillo señaló que el lavado de manos es un tema que trasciende a los establecimientos médicos. “La idea es instalar una cultura de la higiene de manos, que debería empezar por enseñarle al niño en su familia y en el preescolar cuáles son los momentos en los que hay que lavárselas”, indicó.

Los momentos en los que hay que lavarse las manos son después de ir al baño y antes de comer. También si se sufre una infección respiratoria y se contaminaron (por taparse la boca con la mano al toser, por ejemplo) o si están sucias en general. “La gente lo ignora o lo olvida porque no incorporó el hábito desde la infancia”, explicó Del Castillo.

Es por eso mismo que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)  celebra el 15 de octubre el Día Mundial del Lavado de Manos (que no hay que confundir con el Día Mundial de la Higiene de Manos de la OMS) para recordar que un gesto tan simple como lavarse las manos con agua y jabón puede ser clave para la supervivencia de millones de personas, sobre todo los niños, que son especialmente vulnerables a los efectos de la diarrea y de las infecciones respiratorias. Todas ellas enfermedades que se pueden prevenir fácilmente y de forma barata con un poco de agua y jabón.

¿Agua y jabón o alcohol en gel?

Hay dos procedimientos para lavarse las manos: el lavado húmedo y el lavado seco. Para el primero se emplea agua y jabón; para el segundo soluciones alcohólicas.  La ventaja de las soluciones alcohólicas es que actúan muy rápidamente sobre las bacterias.  Desde el punto de vista de la efectividad, son tan eficientes como el agua y el jabón. Pero si en la mano hay residuos visibles, como restos orgánicos  u otro tipo de suciedad, es necesario lavar las manos con agua y jabón para removerla.

Para un correcto lavado de manos, hay que frotarse con agua y jabón las palmas de las manos, el dorso de ambas manos, entre los dedos para quitar la suciedad y finalmente los pulgares con movimientos rotatorios  y enjuagar.

“Cuando la mano está visiblemente sucia, por alimentos, o tinta, por ejemplo, hay que lavarse con agua y jabón”, apuntó Del Castillo. “Si uno se encuentra en un lugar en el que no hay agua, siempre es mejor la solución alcohólica antes que nada. Pero, si bien el alcohol mata la bacteria por contacto, no remueve la materia orgánica”, indicó.