Término acuñado cuando se introdujo en clínica, como drogas antipsicóticas, la Reserpina (una droga que reduce la dopamina cerebral), la Clorpromazina (bloqueadora de receptores Dopaminérgicos) y otras que son bloqueadoras de receptores serotoninérgicos. Se estableció que inducían parkinsonismo. Actualmente se usa el término como sinónimo de fármacos antipsicóticos o tranquilizantes mayores.