Los meningiomas son lesiones tumorales originadas en las menínges que recubren el sistema nervioso central.  Distintas teorías han sido propuestas para explicar el desarrollo de los meningiomas pero ninguna ha sido totalmente aceptada. Entre ellas figuran:

  1. Teoría infecciosa post viral
  2. Teoría post traumática
  3. Teoría post radiante. Existen meningiomas que se desarrollaron posteriormente a la terapia radiante que se usaba años atrás para el tratamiento de la tinea capitis pero no todos los pacientes con meningiomas han sido irradiados
  4. Teoría hormonal. Hay muchos factores que asocian el crecimiento del meningioma con las hormonas sexuales el hecho de ser más frecuentes en mujeres, crecer durante el embarazo y tener receptores positivos para progesterona en muchos casos.

Representan el 20% de las lesiones tumorales intracraneanas con una incidencia de 2-3 cada 100.000 habitantes. Entre 1-5% son múltiples, con tendencia a la presentación familiar  y de difícil manejo terapéutico ya que en general no son lesiones con buena respuesta al tratamiento radiante, quimioterápico u hormonal.

Histológicamente se subdividen en varios tipos:

  • Meningoteliomatoso
  • Fibroblástico
  • Transicional
  • Psamomatoso
  • Angiomatoso
  • Papilar

Los hemangiopericitomas son una variante muy vascularizada y con alta tendencia a la recurrencia motivo por el cual suelen ser irradiados post cirugía resectiva.

Oncológicamente el 07% son típicos con comportamiento benigno, el 2% atípico con mayor tendencia a la recurrencia motivo por el cual la radioterapia es usada en forma adyuvante post cirugía y el 1% es anaplásico con comportamiento maligno y capacidad de diseminación sistémica por sangre (pulmón, hueso y ganglios linfáticos predominantemente).

Macroscópicamente suelen ser lesiones uni o multilobuladas con base de implantación en la región meníngea de origen. Suelen adquirir su nombre en base a su sitio de origen. La gran mayoría no invade el tejido cerebral sino que lo comprimen. Las formas más agresivas infiltran el parénquima cerebral complicando la resección quirúrgica. Pueden atravesar las meninges y erosionar el hueso adyacente.

Clínicamente producen distintos cuadros en base a su localización y tamaño. Generalmente pueden dar cefaleas, convulsiones y signos neurológicos deficitarios como pérdida de fuerza, sensibilidad, alteración visual o del lenguaje.

El diagnóstico se realiza con la tomografía que permite visualizar las alteraciones del hueso adyacente y la resonancia que permite visualizar el volumen, relación con las estructuras adyacentes y el edema inflamatorio perilesional (signo de probable invasión o compresión venosa).  Las secuencias de angiografía permiten detectar los vasos arteriales nutricios. Muchas veces pueden ser lesiones muy sangrantes y es de fundamental importancia conocer donde se localizan las aferencias arteriales para poder plantear su rápida oclusión durante la cirugía.

El tratamiento de elección es la resección quirúrgica. La misma debe incluir en la medida de lo posible la base de implantación para disminuir las tasas de recurrencia. En casos de resecciones parciales con hallazgos histológicos compatibles con índices de cinética celular altos, la radiocirugía del remanente puede estar indicada para evitar la recurrencia. En casos atípicos o malignos es necesario administrar radioterapia conformada.  A pesar de los tratamientos instituidos las recurrencias son frecuentes por eso es necesario un estricto seguimiento clínico-radiológico.

Se presentan a continuación ejemplos de meningiomas con los síntomas que producen frecuentemente en base a la localización, mostrando imágenes antes y después de la resección quirúrgica.

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