La depresión tiene las características de una epidemia para la Organización Mundial de la Salud, ya que afecta a más de 140 millones de personas y sigue creciendo. No todos la padecen igual. Mientras el 5% de los jóvenes sufre depresión, las mujeres tienen un 20 % de probabilidades de tener un episodio depresivo a lo largo de sus vidas. La depresión se caracteriza por tristeza y pesimismo. Algunas personas se sienten ansiosas, vacías, irritables. El sueño se altera rápidamente, padecen insomnio o dificultad para levantarse de la cama por la mañana. Es común el cansancio, que se suma a la pérdida del placer para realizar actividades que antes disfrutaban mucho. Las personas afectadas de depresión sienten que son una carga para los demás y pueden tener impulsos para terminar con su vida. Los cambios en el peso son frecuentes, así como los problemas para prestar atención, las fallas en la memoria y la dificultad para tomar decisiones. La depresión puede ser el resultado de un acontecimiento penoso, como un divorcio o la muerte de un ser querido, pero en la mayoría de los casos no tiene causa conocida.