Patologías y Tratamientos


Conmoción Cerebral asociada al Deporte

¿Qué es?

La conmoción cerebral es un tipo de lesión cerebral traumática que afecta la función normal del cerebro, por lo general transitoria y reversible, que ocurre cuando éste se mueve dentro del cráneo como resultado de un golpe en la cabeza o el cuerpo.

No debe subestimarse el riesgo que implica a mediano y a largo plazo, especialmente cuando la conmoción cerebral es reiterada.

 Síntomas

Los posibles síntomas y signos asociados a la conmoción cerebral suelen ser los siguientes:

– Físicos: Cefalea, cervicalgia, náuseas, vómitos, problemas de equilibrio, vértigo, trastornos visuales, fatiga, fotofobia, sonofobia y/o adormecimiento de una parte del cuerpo.

– Cognitivos: Sensación de embotamiento o aturdimiento, dificultad para concentrarse y problemas de memoria, respuesta lenta a preguntas y/o repetición de preguntas.

– Emocionales: Irritabilidad, tristeza, labilidad emocional o nerviosismo.

– Sueños: Tendencia al sueño, dormir más o menos de lo habitual y/o dificultad para conciliar el sueño.

 Diagnóstico

El diagnóstico de conmoción cerebral puede ser dificultoso debido a que los síntomas y signos clínicos pueden cambiar y/o evolucionar rápidamente; la mayoría no son específicos de conmoción cerebral y no existe una prueba o marcador confiable que permita un diagnóstico objetivo.

En el caso de las conmociones ocurridas durante la práctica de deportes de contacto, la evaluación diagnóstica inicial debe hacerse en el momento de ocurrida la conmoción cerebral, es decir al lado del campo de juego siguiendo los lineamientos de “identificar y retirar” cualquier jugador con sospecha o confirmación de conmoción cerebral, incluso sin contar con un diagnóstico de certeza. Posteriormente el jugador deberá ser evaluado en un centro asistencial. donde de ser necesario. se podrán realizar estudios complementarios.

En la actualidad, se recomienda que el período agudo de descanso posterior a la lesión sea breve, entre 24 a 48 horas y a continuación, estando el jugador libre de síntomas se debe alentar a los deportistas a mantenerse activos en forma gradual, de acuerdo con estándares internacionales y con las sugerencias de los médicos tratantes. Es por ello por lo que, dentro de las 48 a 72 horas de ocurrida la conmoción cerebral, debe realizarse una evaluación multidisciplinaria por un equipo de profesionales entrenados que habilite luego la implementación de un protocolo de regreso gradual al juego: un aumento gradual y progresivo de las demandas físicas, las actividades específicas del deporte y el riesgo de contacto.

La valoración multidisciplinaria incluye una evaluación neurológica específica, una evaluación neuropsicológica con un protocolo específicamente diseñado para evaluar el desempeño cognitivo en los jugadores, una evaluación clínica e instrumentada del balance y equilibrio y de la función oculomotora. El objetivo de completar dicha evaluación es la detección de síntomas y/o signos que requieran un abordaje específico, determinar los tiempos del protocolo de retorno gradual al juego de manera individualizada a las características del jugador, identificar factores de riesgo de recurrencia de conmoción cerebral y/o de síntomas persistentes. La comunicación permanente con los médicos de los clubes deportivos y los deportistas es clave para el éxito de la implementación de las sugerencias que surjan de dicha evaluación.

Tratamiento

Cuando un atleta sufre una conmoción cerebral, se necesita un período inicial de descanso físico y cognitivo antes de comenzar un protocolo de retorno gradual al juego.

Durante la fase aguda siempre se recomienda un período breve de descanso entre 24 a 48 horas después de la lesión, en el cual no se permite ningún ejercicio físico con el objetivo de lograr la recuperación de la función neurológica tanto motora como cognitiva. En el caso de que el jugador presente síntomas neurológicos, se aplicarán los protocolos correspondientes para el síntoma en cuestión, por ejemplo, la presencia de cefalea, mareos, cervicalgia, náuseas, entre otros.

A continuación, se alienta a los jugadores a mantenerse activos y retomar progresivamente la actividad física e intelectual mientras se mantengan por debajo de sus umbrales de exacerbación de síntomas cognitivos y físicos, es decir que el nivel de actividad no debe provocar o empeorar sus síntomas.

El objetivo de este protocolo de retorno al juego es el aumento gradual de la intensidad del ejercicio físico y cognitivo. Su última etapa es la práctica de contacto plena y la supervisión de las habilidades funcionales por parte de los entrenadores.

En el caso de que, en algunas de las etapas de protocolo, aparezcan nuevos síntomas de disfunción neurológica o se exacerben los síntomas iniciales, debe volverse a la etapa previa de la recuperación y completar ejercicios físicos o cognitivos específicos de rehabilitación neurológica.

Profesionales

Dr. Fernando Salvat

Jefe de la Clínica de Conmoción Cerebral asociada al Deporte

Dra. María Julieta Russo

Coordinadora Médica Rehabilitación Cognitiva y Lenguaje, Fleni Escobar

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