Recientes estudios establecieron que el Alzheimer afecta más a las mujeres y que, además, son esposas o hijas quienes suelen asumir las tareas de cuidado de personas con la enfermedad. En el Día Internacional de la Mujer, reflexionamos acerca de esta enfermedad neurodegenerativa, desde una perspectiva de género.

El Alzheimer es una epidemia afecta aproximadamente a 47 millones de habitantes a nivel mundial y a unos 600.000 en nuestro país. De los pacientes diagnosticados con esta enfermedad neurodegenerativa de la que no se conoce cura ni se han identificado causas, 2 de cada 3 son mujeres.

Desde su descubrimiento en el siglo XIX, la enfermedad de Alzheimer estuvo estrechamente vinculada a las mujeres. La descripción original, se realizó en una paciente mujer, Augusta D. Si bien se desconoce la razón de esta mayor prevalencia, el foco de la comunidad científica sobre este aspecto de la enfermedad ha sido creciente durante la última década.

En busca de la verdadera causa

Años atrás, se pensaba que la mayor cantidad de mujeres afectadas obedecía simplemente al hecho de que viven más años que los hombres. Sin embargo, en los últimos tiempos, algunas investigaciones han sugerido que podría deberse a variaciones biológicas y genéticas.

No obstante, también se ha probado que el estilo de vida impacta significativamente sobre el desarrollo de la enfermedad. En este orden, un estudio realizado por la Universidad de California en 2019 halló que las mujeres que trabajaron por un salario a lo largo de su vida activa experimentaron un declive más lento de la memoria, lo que significa que probablemente tengan un menor riesgo de demencia que aquellas mujeres que nunca tuvieron un empleo remunerado.

Más aún, la tasa de deterioro de la memoria es más rápida entre las mujeres que nunca ganaron un salario, siendo indistintas variables tan importantes como la maternidad. Estos datos son de gran relevancia ya que nos brindan evidencia acerca de que el rol de la mujer en la sociedad –en particular, su inserción en el mundo laboral– tiene un impacto decisivo sobre su salud.  

¿Y quién cuida a las mujeres?

La enfermedad de Alzheimer suele alterar la vida familiar. Afecta tanto al paciente como a su entorno, ya que la autonomía de las personas con la enfermedad se ve comprometida y, a medida que avanza, requiere cuidadores de tiempo completo.

Según un estudio publicado en la Revista “Journal of Alzheimer’s Disease”, no solo 2 de cada 3 pacientes con Alzheimer son mujeres, sino que además el 70% de los pacientes están al cuidado de alguien de sexo femenino.

En efecto, nuestros actuales patrones culturales llevan a que las mujeres adopten el rol de cuidadoras como una suerte de extensión esperada de su rol maternal o como una ampliación de las tareas domésticas. Así, la tarea de cuidador es mayoritariamente asumida por esposas e hijas.

Un abordaje con perspectiva de género es necesario

 

La enfermedad de Alzheimer tiene efectos devastadores para quienes están a cargo de este cuidado diario. Son frecuentes las consecuencias negativas en el plano físico, emocional y financiero.

Es posible entrever, entonces, que las mujeres están en el epicentro de la enfermedad de Alzheimer, tanto como personas en riesgo por la enfermedad, como por el cuidado que deben prodigar a las personas que la padecen.

Por tal motivo, la investigación sobre Alzheimer no puede adoptar un enfoque neutral en cuanto al género. La comunidad científica y, a su turno, las políticas públicas deben tener muy en cuenta esta perspectiva al abordar esta grave enfermedad.

Mujeres y Alzheimer: números que lo dicen todo

 

·         2 de cada 3 pacientes diagnosticados son mujeres

·         2 de cada 3 de las personas que cuidan a pacientes con Alzheimer son mujeres

·         Una mujer de 60 años tiene el doble de probabilidades de desarrollar Alzheimer que cáncer de mama

·         Después de los 60 años, una mujer tiene una probabilidad de 1 en 5 de desarrollar Alzheimer.

·         Las mujeres que han llevado una vida laboral activa tienen menos probabilidades de desarrollar la enfermedad

 

Muy pocas personas conocen estos datos hasta que el Alzheimer aparece en sus vidas. El momento de conocerlos es ahora.

Cambiar el estilo de vida para envejecer mejor

 

Hasta el 30 por ciento de los casos de demencia son atribuibles a factores de riesgo modificables. En este sentido, los hábitos saludables pueden prevenir o retrasar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.

Al respecto, en 2020 se lanzará en Fleni el proyecto LatAm FINGERS, un programa para la prevención de las demencias a través de la modificación del estilo de vida que incluye cambios en la dieta, la actividad mental, ejercicio físico y el control de los factores de riesgo cardiovasculares. Para leer más sobre FINGERS: https://www.fleni.org.ar/fingers/

 

Dra. Lucía Crivelli, Servicio de Neurología Cognitiva de Fleni