El calor extremo puede ser muy peligroso para la salud, por lo que es necesario informarse y tomar las medidas de prevención adecuadas. Una de las claves para evitar los golpes de calor es mantener una correcta ingesta de líquidos y alimentos, que nos ayudan a hidratarnos y nutrirnos. Algunos consejos para lograrlo son:

  • Consumir agua segura en abundancia, que esté fresca y lejos de fuentes de calor. Hidratarse con frecuencia, aunque no se tenga sed.
  • Evitar las bebidas con cafeína o azúcar, que pueden provocar deshidratación. Ofrecer a los niños agua o jugos naturales, sin esperar a que los pidan. Dar el pecho más seguido a los lactantes.
  • Comer frutas y verduras, que aportan agua y nutrientes. Evitar las comidas muy abundantes o pesadas, que pueden elevar la temperatura corporal.
  • No ofrecer bebidas muy frías o muy calientes, que pueden causar malestar. Conservar los alimentos que necesitan frío en la heladera, y verificar que esté a la temperatura adecuada.

Algunas personas tienen más riesgo de sufrir un golpe de calor, como los menores de 5 años (especialmente los menores de 1 año), las personas mayores, y las personas con enfermedades crónicas, cardíacas, renales, mentales o neurológicas. También los niños con fiebre o diarrea pueden deshidratarse más fácilmente. Con ellos se deben extremar las precauciones, estar atentos a los síntomas y consultar al médico ante cualquier duda.

Los síntomas de un golpe de calor pueden ser:

  • Respiración y frecuencia cardiaca acelerada
  • Confusión, agitación y balbuceo
  • Alteración del estado mental
  • Piel roja, caliente y seca
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Desmayos
  • Convulsiones

Además de cuidar la hidratación y la alimentación, otras sugerencias para prevenir el calor extremo son:

  • No consumir alcohol, que puede deshidratarnos y aumentar la temperatura corporal.
  • Evitar los esfuerzos físicos o las actividades deportivas exigentes, que pueden causar deshidratación y agotamiento.
  • Sentarse y descansar si se siente mareo o fatiga.
  • Recordar las recomendaciones generales sobre la hidratación y la alimentación.

Ante la ola de calor extremo, es preciso tener presentes estas medidas y, ante cualquier duda, consultar.