El 12 de mayo de 1820, nacía Florence Nightingale, propulsora de la Enfermería Moderna, con ella se inició el camino de la profesionalización, que la llevaría a ser un pilar esencial en los sistemas de salud del mundo.
La enfermería tiene un importante papel en el desarrollo científico asistencial, colaborando en la generación de conocimientos y formación permanente de las nuevas generaciones, pero su rol destacado, siempre ha sido y será, la construcción del vínculo emocional con los pacientes, clave para su completa recuperación. Son los enfermeros los que siempre están, los que contienen a los enfermos y a sus familias, los que nos trasmiten su afecto y cuidado en todo momento. Son los que con sus palabras y sus caricias ayudan a los enfermos a sentirse más humanos en sus momentos de mayor vulnerabilidad.
Hoy, una pandemia, nos ha llevado a revalorizar un rol que ya es parte de la historia de la humanidad desde hace más de doscientos años. Los enfermeros, somos profesionales que, a partir de nuestra vocación, ponemos el corazón en todas nuestras acciones. Esta pandemia solo hace más difícil la tarea, pero esto nunca ha sido un obstáculo para los enfermeros, siempre avanzando por caminos que no muchos quieren recorrer, sabemos que es nuestro compromiso y daremos todo lo que tenemos porque siempre hay alguien que nos necesita, y esto es lo que nos motiva a seguir adelante.
La OMS declaró el año 2020 como el “Año de la Enfermería”.
Saludamos a nuestros Enfermeros y Enfermeras y a todas los colegas de Argentina y del mundo entero con un afectuoso abrazo virtual.