Trastornos de la Conducta Alimentaria: salud mental, cultura de la imagen y tratamiento clínico

En Fleni buscamos aportar una mirada rigurosa, interdisciplinaria y humana para la atención de la salud, y entendemos que lo que le ocurre a una persona puede deberse a un entramado de causas. Ese enfoque está presente en los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que no se limitan a cambios visibles en la alimentación sino que son cuadros de salud mental que pueden generar consecuencias médicas significativas y requieren un abordaje atento. En el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, llamamos a comprender estos diagnósticos desde la relación con la comida, los mandatos estéticos, el cuerpo y las emociones.

La anorexia nerviosa, la bulimia, el trastorno por atracón, el TERIA y otros cuadros relacionados pueden aparecer a diferentes edades, aunque suelen hacerlo con mayor frecuencia en la adolescencia y la adultez joven. Es en esos momentos donde es mayor presión estética que imponen las tendencias y las redes sociales, y pueden afectar a la forma en la que las personas se miran y valoran. Esta dimensión sociocultural convive con factores biológicos, psicológicos y emocionales. Por ejemplo, rasgos ansiosos o depresivos, el perfeccionismo, la baja autoestima, las dificultades para regular emociones intensas, el estigma hacia el peso y experiencias vitales estresantes. 

Por ese motivo, los TCA “no se reducen a conductas alimentarias extrañas o restrictivas: implican patrones emocionales, cognitivos y biológicos que sostienen el problema y requieren un abordaje interdisciplinario”, define el Dr. Sebastián Soneira, especialista en psiquiatría nutricional de Fleni. Aun cuando una persona no cumpla todos los criterios diagnósticos formales, los comportamientos alimentarios desordenados pueden ser un signo de alerta importante y merecen atención clínica.

Según analiza Soneira, el universo digital y la cultura de la imagen cumplen un rol significativo porque ofrecen una exposición permanente a cuerpos idealizados, filtros que ficcionalizan la imagen corporal y contenidos centrados en dietas o rutinas extremas que no se adaptan a las necesidades diversas de los cuerpos. Esa meta estética, muchas veces inalcanzable, genera un sentimiento de insatisfacción corporal.

Las plataformas digitales “pueden amplificar la percepción distorsionada del cuerpo y reforzar comportamientos dañinos, especialmente en poblaciones vulnerables”, planteó el especialista. Sin embargo, la solución no es el aislamiento, ya que los entornos digitales pueden convertirse en espacios de apoyo cuando la información es confiable y va de la mano de acompañamiento profesional y familiar.

Una mirada multicausal

En Fleni brindamos atención interdisciplinaria que permite dar una respuesta nutricional pensada desde la salud mental y la realidad social y contextual de cada paciente. Nuestro enfoque integra psiquiatría nutricional, psicoterapia, medicina clínica y acompañamiento nutricional especializado, con el fin de restaurar no sólo la salud física, sino también los aspectos emocionales, relacionales y cognitivos de cada persona que consulta. La recuperación requiere trabajar las percepciones corporales, las creencias asociadas al peso y al valor personal, los vínculos con la comida y las estrategias de regulación emocional. 

A lo largo del tratamiento, las familias y entornos afectivos cumplen un rol fundamental. La detección temprana mejora sustancialmente el pronóstico, por lo que cambios sutiles en la conducta alimentaria, fluctuaciones en el peso, alteraciones físicas, aislamiento social o preocupaciones persistentes sobre el cuerpo suelen ser indicadores relevantes para quienes conviven con la persona afectada, para dar el primer paso en búsqueda de ayuda profesional.

En este camino, la comprensión, el acompañamiento cercano y la intervención médica especializada y articulada siguen siendo pilares esenciales para restituir bienestar, salud y calidad de vida.