En los últimos años, el aumento de la expectativa de vida ha llevado a que aquellas patologías neurodegenerativas poco frecuentes como la enfermedad de Alzheimer pasaran a ser altamente prevalentes (2% a los 60 años, 40% a los 80 años) (Arizaga, 2005; Fratiglioni y Rocca, 2001). A las Evaluaciones Cognitivas, las Neuroimágenes tradicionales (RNM de encéfalo), y las rutinas de Laboratorio, en el Centro de Memoria y Envejecimiento de FLENI se están sumando los nuevos estudios de líquido cefalorraquídeo (Aβ42, tau y tau-f), las Neuroimágenes Moleculares (PET cerebral con estudio metabólico-FDG y la marcación amiloidecon PiB) y los estudios genéticos (presenilinas 1, 2 y APP) que permiten diagnosticar tempranamente según los nuevos estándares internacionales la causa del deterioro cognitivo (Albert y cols., 2011; McKhann y cols. 2011; Dubois y cols., 2014). Esto último le posibilita tanto a los pacientes como a sus familiares planificar el futuro, beneficiarse de los tratamientos disponibles, controlar los factores de riesgo, favorecer los factores de protección y ayudar a identificar fuentes de información y soporte (ADI, 2011) . El diagnóstico temprano de estos pacientes es clave dado que si logramos retrasar 5 años el comienzo o evolución de la enfermedad de Alzheimer se reduce el 50% la prevalencia de la misma (Brookmeyer y cols, 1998).