A fines de la década de los 90, Javier Ciulla comenzó a sentir intensos dolores de cabeza en forma esporádica. Progresivamente la cefalea aumentó de frecuencia, incapacitándolo para sus actividades. “El dolor era muy intenso, se localizaba en mitad derecha de la cabeza, el ojo derecho se congestionaba, lagrimeaba, y la nariz goteaba una secreción acuosa. El dolor era tan fuerte que en alguna oportunidad perdí el conocimiento. Una noche me dio una crisis de dolor. Como vivo en Belgrano, mi primo, que es médico, me indicó ir a FLENI. Esa noche por primera vez me pusieron una máscara para de oxígeno y el dolor se alivió. Desde entonces me trato en Clínica de Dolor de FLENI, con la doctora María Teresa Goicochea. Con el tiempo descubrí de que se trataba este dolor, llamado cefaleas en racimos o Cluster”. Esta cefalea se caracteriza por presentarse con un patrón temporal (determinadas horas del día y meses del año), es de corta duración y se acompaña de congestión conjuntival y nasal. En algunos pacientes el dolor es tan severo que puede genera ideas de atentar contra su vida. En algunos casos como el de Javier el dolor es crónico y persiste todo el tiempo. Durante 7 años recibió múltiples esquemas de tratamientos farmacológicos para prevenir las crisis de dolor, con respuesta parcial y temporaria. En el 2007 tenia entre tres y cinco 5 ataques por día, estaba incapacitado para desarrollar su vida con normalidad “Vivía internado, medicado y el dolor continuaba. Me propusieron una cirugía para colocar un estimulador en nervio occipital y así intentar controlar las crisis de dolor. Yo les dije “hagan lo que sea para sacarme este dolor”. El 30 de octubre del 2007 se realizó la cirugía con excelente resultado “De a poco empecé a recuperar mi vida, antes no podía programar ninguna actividad por temor a tener una crisis de cefalea. Ahora estoy bien y puedo disfrutar de cada día”.