A las treinta y seis horas de nacida en Cinco Saltos, Río Negro, el 17 de abril de 2009, Thiara Maitena Gómez empezó a ponerse morada. Se quedaba sin oxígeno. Le detectaron una cardiopatía congénita. “La atendieron en la zona, la derivaron a FLENI el 1° de septiembre de 2009 y el 8 la operaron”, cuentan los padres, Oscar Gómez y Graciela Moreno. “Le ampliaron el ventrículo derecho, que lo tiene chico. Queremos destacar el aspecto humano de la totalidad del equipo. Todo es muy contenedor, tienen en cuenta que le van a tocar el corazón a tu hija y eso va más allá de la medicina”.